Rebeca Rodríguez, presidenta de la asociación sin ánimo de lucro “Mocedá de Bimeda” nos atiende en la sede central del grupo, localizado en un aula de la escuela de Bimeda.
-Antes de nada, ¿podrías contarnos brevemente que objetivos tiene “Mocedá de Bimeda”?
-La asociación se creó para la conservación de la tradición lírica asturiana de la zona, concretamente para evitar la desaparición de lo que se conoce cómo el “ramo de San Pedro”.
-¿Cuál es el perfil de socio de “Mocedá”?
-Pues se trata de personas comprendidas entre los 6 y los 30 años, que disfrutan con la rica tradición asturiana y que luchan por la supervivencia de las costumbres que nos caracterizan.
-¿Qué cargos forman la junta directiva?
-La junta está formada por la presidenta, una servidora, una secretaria y una tesorera.
-La adjudicación del local, ¿cómo la habéis conseguido, al estar el colegio en funcionamiento?
-Pues solicitamos al ayuntamiento un local en la escuela del pueblo, y nos dieron su consentimiento siempre y cuando la directora del C.R.A estuviera de acuerdo, vinimos a hablar con ella y encantada nos cedió este aula para que pudiéramos ensayar y tener nuestras pequeñas reuniones.
-¿Cómo buscáis financiación?
-Pues mediante subvenciones que otorga el Principado y a través de una cuota anual que hemos fijado.
-Y los miembros de “Mocedá”, ¿residís todos en el pueblo?
-Lo cierto es que estamos repartidos por toda Asturias, incluso por toda España, por motivos de trabajo, estudios, etc.
-¿Y cómo hacéis para reuniros?
-(Risas) El año pasado solo tuvimos un ensayo en el que estuviéramos todo el grupo, a excepción del día anterior de la festividad. Nos juntamos en vacaciones de Navidad, Semana Santa, puentes…
-¿De que se trata el ya citado ramo?
-Pues consiste en que el día que se rinde culto al patrón del pueblo (San Pedro, obviamente), las mozas del pueblo se visten con los ropajes tradicionales y tocan pandereta y pandeiro a la par que cantan una canción, acompañadas de un mozo que lleva un ramo en ofrecimiento al santo.
-Tenemos constancia de que el pueblo de Bimeda era uno de los pocos en los que se realizaba la “Danza de Palos”. ¿Se sigue realizando o es una tradición pérdida como tantas otras?
-Actualmente no se realiza, por la falta de mozos fundamentalmente y porque ya no queda ningún hombre que los enseñe a ponerlo en práctica.
-¿De qué trata?
-Consiste en una extensa obra de teatro acompañada de una coreografía que se sirve de palos cómo instrumentos, de ahí el nombre.
-¿No se conserva ningún texto a partir del cuál los mozos tengan una base por la que guiarse?
-Sí, una vecina conserva un manuscrito original de valor incalculable con el guión de la obra, pero no queda nadie que enseñe la coreografía a los pocos mozos de los que disponemos, insuficientes de todas formas para el gran número de papeles y no muy puestos en la labor (risas).
-¿Alguna meta más a la vista?
-Claro, este es nuestro segundo año cómo asociación y ya hemos introducido el “Son d’arriba de Bimeda”, en el que un par de mozas tocan el pandeiro mientras que el resto y el par de mozos del que disponemos bailan. También estamos practicando “el xiringüelo”, “la jota canguesa”, y algún que otro baile más.
Daniel Martínez Rodríguez, 1ºBach. C
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